Mantén frescos ante a mí.
Los momentos de mi elevada resolución (decisión).
Los momentos de mi elevada resolución (decisión).
A pesar de la monotonía y el vacío de los días que pasan, si busco diligentemente, siempre puedo encontrar un depósito dejado allí por un esplendor anterior, pero que yo había olvidado. En su momento aquello estaba en plena órbita, glorioso y resplandeciente. Yo estaba seguro que nunca lo olvidaría. En el momento de su plenitud, estaba seguro que aquello iluminaría mi camino por el resto de mi viaje.
Había olvidado que fácil es olvidar.
Había olvidado que fácil es olvidar.
No hubo intento de traicionar lo que parecía tan seguro en ese momento. Mi respuesta fue limpia, entera y auténtica. Pero poco a poco comenzó a entrar a mi vida el polvo y la tierra del camino. Detalles, pequeñas demandas, toda clase de corrientes encontradas, ninguna de gran importancia, nada abrumante, flagrante, simple desgastamiento. Si hubiera sido algún reto directo, un hecho limpio y claro, yo hubiera luchado hasta el final, y aún más allá.
En la quietud de este lugar, rodeado e impregnado por la Presencia de Dios, mi corazón murmura: mantén frescos ante mí los momentos de mi elevada resolución. Que en buen o mal clima, en buenos tiempos o en tempestades, en los días en que la oscuridad y el enemigo son familiares o no tienen nombre, que no me olvide de aquello a lo que mi vida está comprometida.
Mantén frescos ante a mí.
Los momentos de mí elevada resolución.
Los momentos de mí elevada resolución.
Para El Viaje Interno
De Howard Thurman
De Howard Thurman
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